lunes, 20 de junio de 2016

CAPÍTULO 8




Camino hacia mi habitación. El primer día de clase se me ha pasado más rápido de lo que esperaba. Conocer a Manu ha sido una gran alegría, es un chico muy majo y muy educado.
Al final de la última clase se ofreció para acompañarme esta tarde a comprar el GPS que necesito.
-Necesito comprar un GPS antes de que empiecen en serio las clases y no tenga tiempo de salir-Digo cuando el timbre que anuncia el final de la última clase suena en todo el edificio.
-Hay unas cuantas tiendas no muy lejos de aquí donde los venden a buen precio. Mi hermana se lo compró en Tech, la tienda que está a dos manzanas de aquí.
-He mirado unas cuantas por Internet. Ayer, de hecho, tenía pensado salir a comprarlo pero conocí a unas compañeras de pasillo y pasé con ellas el resto del día.
-¿Tienes algo que hacer esta tarde?- Me pregunta mientras guarda su cuaderno y su estuche negro de Puma en su mochila de Adidas.
-La verdad es que no. Tenía pensado quedarme en la habitación escuchando música. –Respondo mientras guardo mis cosas en la mochila.
-Pues si quieres, te puedo acompañar a comprarlo. Así miro yo algún MP4 baratillo, que el mío se me rompió antes de venir.
-Valee.
La verdad es que me alegro de que se haya ofrecido a acompañarme a comprar el GPS. Le acabo de conocer y normalmente, por no decir nunca, no me fio de los desconocidos. Pero Manu, tiene algo que te desprende confianza y yo para eso tengo un sexto sentido.
-Te paso a buscar a las ¿cinco y media?
-Vale, perfecto- Le dedico una sonrisa.
-¿Cuál es tu edificio?
-Es el H. Está al otro lado del campus.
-Tranquila, sé dónde está. Te espero en la puerta a las cinco y media. No tardes- Dice con su sonrisa encantadora mientras me dedica un guiño.
-Tranquilo, la puntualidad es mi punto fuerte- Le sonrió y subo un pulgar mientras le guiño el ojo izquierdo.
Ambos nos reímos y salimos de la clase. A los pocos minutos nos despedimos y cada uno toma una dirección.
Yo voy hacia el comedor, dónde quedé con Mery antes, después de chocar con aquel chico cuando nos cruzamos y quedamos en vernos a la hora de la comida.
Para cuando llego, está sentada sola en una mesa. Cojo una bandeja y espero mi turno para que me sirvan la comida. Al cabo de unos minutos, me atienden y me dirijo donde se encuentra ella.
-Hola Mery ¿qué tal tu primer día?-Pregunto mientras me siento en frente de ella.
-Muy bien, aunque los de mi clase son todos unos creídos. Sobre todo una chica rubia, uff, que manía la he cogido y eso que no he intercambiado una sola palabra con ella.
Me hace mucha gracia el gesto que ha puesto mientras mencionaba a la chica rubia.
-Oye, por cierto, ¿y Claudia? –Pregunto mientras me llevo el tenedor lleno de patatas a la boca.
-Me ha mandado un mensaje antes diciéndome que no venía, que tenía mucho sueño e iba a descansar.
-Vaya es una pena. Me ha caído muy bien.
Es verdad, aunque al principio me dio la impresión de que era un poco creída y superior a los demás luego me di cuenta como era realmente y me ha caído superbién.
-Tu a ella también y mira que es difícil que ha Clau le caiga alguien bien a primera vista.
Ambas nos reímos.
El resto de la comida transcurre con tranquilidad. Intercambiamos palabras y nos contamos como han sido las primeras clases.
Le cuento que he conocido a Manu y se ha prestado voluntario para acompañarme a comprar el GPS.
Para cuando terminamos, nos dirigimos al pasillo de las habitaciones de las chicas.
-Bueno Alicia, luego nos vemos y me cuentas que tal con Manu.
-Vale Mery. –Le dedico una sonrisa y entro en mi habitación. Se oye como ella cierra la puerta de la suya.
Son las tres y media. Aún tengo tres horas antes de quedar con Manu. Decido llamar a Ester a ver qué tal ha empezado las clases.
Cojo el móvil, marco su número y al tercer bip salta el contestador. Vaya. No podrá, supongo que me llamará cuando vea la llamada.
Dejo el móvil encima de la cama y me dirijo al armario.
¿Qué ropa debería ponerme?
Me miro en el espejo. Me encanta el vestido que llevo puesto. Me miro de frente y de perfil y me viene a la mente las palabras del chico con el que me crucé antes.
“La niña del vestidito se me pone a la defensiva”
¿Tiene algún problema con la ropa que me pongo? De ser así me da igual. Me visto como quiero y no voy a cambiarlo por las palabras de un cretino como él.
Decido olvidarme de lo sucedido.
Me quito la ropa, la doblo y la guardo. Busco y busco pero no sé qué ponerme. Después de infinitos modelos, opto por unos pantalones vaqueros ajustados y una camiseta blanca.
Sin querer darme cuenta, me vuelve a venir a la mente el chico de negro. Se puso borde conmigo y luego se peleó en el pasillo. ¿Por qué razón se habría peleado?
Creo recordar que el profesor le llamó Alejandro cuando se le llevaba al despacho del director.
Realmente me pica la curiosidad de saber por qué se peleó. Pero tampoco creo que me vaya a enterar así que, ahora sí, me olvido de él.
Decidir qué ponerme me ha llevado más tiempo del que pensaba y sumirme en mis pensamientos ha hecho que se me pase el tiempo volando.
Miro el reloj y son las cinco y veinte. Ester todavía no ha dado señales de vida, que raro en ella.

Será mejor que vaya saliendo porque como Manu llegue antes que yo, se va a burlar de que la puntualidad no es lo mío, cuando los dos sabemos de sobra que no es así.

CAPÍTULO 7




Claudia 


Llevo toda la mañana tumbada en mi cama, con las persianas bajadas y escuchando música. Una canción triste que no para de repetirse. Apenas he comido en estos dos días que llevo en la residencia y casi no he hablado con las chicas. Mery y Alicia son encantadoras, pero estoy segura de que si se enteran, no volverán a mirarme como lo hacen.
He justificado faltar a la hora del desayuno y el almuerzo con la excusa de tener sueño, y ellas lo han aceptado.
Las palabras de la chica con la que me crucé ayer resuenan en mi cabeza.
“Quítate del medio maldita gorda”
No me puedo creer que haya gente así. Todo sucedió cuando estaba saliendo de la cafetería. En la puerta choqué con una chica rubia de pelo largo y ojos castaños, fue entonces cuando me dijo esas palabras. Me quedé muda y no supe que contestar y desapareció riéndose con aires de grandeza.
Y ahora un día después, tumbada en mi habitación mirando al techo es cuando se me ocurren millones de cosas que contestarla. Puf… Yo y mi maldita manía de quedarme en blanco.
La tendría que haber dicho que quién se cree para llamarme gorda, incluso haberla tirado el café que llevaba en la mano encima. Hubiera estado bien, bastante bien. Pero me dolieron tanto sus palabras que no se me ocurrió en ese instante.
La tímida luz de la pantalla de mi móvil ilumina la habitación. Es la alarma que me había puesto antes para que me avisara de que tenía que comer.
Me levanto y me dirijo al escritorio. Abro el primer cajón y saco una chocolatina. Es de lo único que me estoy alimentando en estas últimas doce horas. En el envoltorio dice que dos chocolatinas sustituyen una comida. Por lo tanto, entre la cena de ayer, el desayuno y el almuerzo de hoy ya van seis. Me calma un poco el hambre, aunque la verdad tengo el estómago un poco cerrado.
Vuelve a sonar el móvil. Esta vez es una llamada de mi madre. Descuelgo el teléfono.
-¡Hola mamá! ¿Qué tal por el barrio?
-Claudia, hija –se le saltan las lágrimas- todos te echamos mucho de menos y eso que solo llevas fuera dos días.
-Yo también os echo mucho de menos a todos.
-¿Qué tal hija? ¿Comes bien en el comedor?-Mi madre y su manía de la comida.
-Sí mamá. La comida está bastante rica.- Miento.
Si mi madre se entera que en estos dos días solo he pisado el comedor una vez es capaz de venir y meterme la comida a puñados.
-Me alegro Clau. ¿Y qué tal está Mery? ¿Has hecho nuevas amigas?-Pregunta interesada.
-Mery está muy contenta y muy nerviosa por empezar en la universidad, ya sabes como es. Y sí, hemos conocido a una chica muy maja, Alicia, al principio no me caía muy bien, parecía doña perfecta, pero luego empezamos a congeniar y nos hemos hecho amigas.
-Cuanto me alegro cielo. Y que, ¿algo interesante que contar?
Mi madre llega a ponerse muy pesada con tanta pregunta.
-Sí, esta mañana nos hemos cruzado con un unicornio.-Bromeo.
-¿Eh?
-Mamá es broma. Tan sólo llevo dos días aquí, no tengo nada interesante que contar.
-Lo siento hija –se ríe al otro lado del teléfono.- Bueno tengo que dejarte, tengo que llevar a tus hermanos al entrenamiento. Un beso cielo.
-Un beso mamá, te quiero.
-Y yo hija
Cuelgo.
He omitido contarle a mi madre la escena que tuve ayer en la cafetería con la chica rubia y mucho menos decirla que desde entonces no he vuelto a pisar el comedor. Si se entera que me estoy alimentando a base de chocolatinas quema grasas para  bajar mi peso, me saca de los pelos de esta universidad.
Tan poco es para tanto, solo han sido seis chocolatinas. Pero conociéndola se pondría histérica.
Me dirijo al cuarto de baño que hay al final del pasillo de las habitaciones de las chicas. Entro y cierro la puerta.
Me quito la ropa y me subo a la báscula. Aparece una cifra en la pantalla digital. 61,800.
La verdad es que he cogido algo de peso este último mes. Al parecer la dieta de las chocolatinas va a durar unos cuantos días.

sábado, 18 de junio de 2016

¡PORTADA DE "NUESTRO PEQUEÑO SECRETO"!

¡Hola queridos soñadores!
Hoy es un día especial porque os voy a enseñar la portada de "Nuestro pequeño secreto". La ha diseñado @Fxcksilence, a quien quiero dar las gracias por todo el cariño con el que me ha tratado.
Así que, aquí está.




También aprovecho para deciros que el próximo lunes 20 de junio subiré doble capítulo tal y como os había prometido. 
¿Os gusta la portada? ¿Y la  historia os está gustando? 

¡Espero vuestras opiniones!

miércoles, 15 de junio de 2016

¡He vuelto!



¡Hola Soñadores!



Os he echado muchísimo de menos, que ganas tenía de volver a compartir con vosotros mis entradas.
Quería empezar pidiendo disculpas, he estado bastante tiempo sin pasar por aquí pero no he dejado de leer vuestros comentarios. Los exámenes finales han absorbido todo mi tiempo, así que, una vez terminados (por fin) (siiii, bieeen, gritos de alegría) he vuelto !
He contestado a todos vuestros comentarios como ya sabéis que hago siempre porque, como siempre digo, la parte más importante de la historia sois vosotros, los lectores.


Por otro lado, quería deciros que vengo con muchas ganas de seguir escribiendo y con un montón de ideas nuevas para hacer con vosotros.
Como he estado mucho tiempo sin publicar ningún capítulo os daré una sorpresa .... ¡El próximo día publicaré doble capítulo!

Así que todos atentos, ¡que vienen cargaditos de sorpresas!
¿Tenéis ganas de saber que pasa con Alicia, nuestra protagonista? ¿Y con Mery y Claudia? Y ...¿Quién será el chico misterioso?
¡No os lo perdáis!